En memoria a Vivien Leigh.

Vivian Mary Harltey, Nació en la India, un 5 de Noviembre de 1913, de padres ingleses que pertenecían a una familia acomodada residente en Inglaterra. Desde temprana edad demostró su inclinación por la interpretación, actuando en los diversos montajes teatrales que se organizaban en los distintos colegios a los que asistió. Más adelante estudió en la Royal Academy of Dramatic Art con el fin de perfeccionar sus aptitudes interpretativas. Debutó en el teatro en 1934 con la obra La máscara de la virtud, y al año siguiente en el cine con Things are looking up, participó como modelo y tuvo que aprender a ocultar un gran defecto: sus grandes manos y su largo cuello.
En 1932 se casaría con un respetable abogado, Leigh Holman, del que tomaría el apellido que le daría fama, y con el que tuvo a su única hija, Suzanne Farrington, en 1933. Tras una función en el teatro Lyric conoció a Laurence Olivier, famoso por sus adaptaciones de las obras de Shakespeare, del que se enamoró y con el que también formó pareja artística. Se casaron en 1940 después del divorcio de sus respectivas parejas. Vivien siguió actuando en diversas películas británicas como Un yanqui en Oxford (1938) del director Jack Conway , con Robert Taylor y Maureen O´Sullivan, y en Veintiún días juntos (1937) dirigida por Basil Dean, y protagonizada junto a su pareja Laurence Olivier. La popularidad le llegaría al interpretar a Escarlata O´Hara en la versión cinematográfica de la novela de Margaret Mitchell, Lo que el viento se llevó (1939), ella, una desconocida en los Estados Unidos, Fue la elegida entre un grupo de grandes estrellas de Hollywood como, Jean Arthur, Joan Bennet, ó Paulette Goddard. Su excelente interpretación como Escarlata le valió un Oscar a mejor actriz en 1939. A pesar del éxito que le proporcionó su papel en Lo que el viento se llevó, Vivien Leigh prefirió siempre, el teatro, y de su corta filmografía apenas cabe destacar los siguientes títulos; El puente de Waterloo (Waterloo Bridge, 1940) de Mervyn LeRoy y protagonizada junto a Robert Taylor, Cesar y Cleopatra (Caesar and Cleopatra, 1945) dirigida por Gabriel Pascal con Claude Rains y Stewart Granger. Anna Karenina (1948), de Julien Duvivier, con otro grande de la interpretación, Ralph Richardson. Por dar vida a la inestable Blanche DuBois, en la película Un tranvía llamado deseo (A Streetcar named Desire, 1951), consiguió el segundo Oscar de su carrera cinematografica . En está película tuvo como compañeros de reparto a Marlon Brando y Karl Malden, dirigidos por Elia Kazan. La primavera romana de la Sra. Stone ( The Roman spring of Mrs. Stone, 1961) de José Quintero, otra excelente interpretación como la solitaria viuda adinerada, Karen Stone,que se consuela en los brazos del gigoló de la película, en este caso , el actor Warren Beatty. Y la que seria su última colaboración en el cine, la película , El barco de los locos (Ship of fools, 1965) dirigida por Stanley Kramer. Actuó en multiples obras de teatro, en Broadway por la obra, Tovarich, gano el premio “Tony”. Pero su precario estado de salud mental, le impedía desarrollar su carrera con normalidad. Su divorcio de Laurence Olivier en 1960, la conviritío en una desdichada figura y provoco que su salud se resintiera más todavía, teniendo episodios de trastornos mentales muy graves, que se manifestaron en más de un rodaje, como cuando rodaba la película La senda de los Elefantes, junto al actor Peter Finch, donde tuvo que abandonar la producción y ser remplazada por la actriz Elizabeth Taylor.

Estaba preparando su vuelta a los escenarios teatrales, cuando el 7 de Julio de 1967 fue hallada muerta en su habitación de su apartamento londinense, por su entonces pareja sentimental Jack Merivale . Falleció de tuberculosis a la edad de 53 años. Sus cenizas fueron esparcidas en el lago de su residencia Tickerage mil. Sirvan estás breves lineas en recuerdo a una de las más grandes y bellas actrices de todos los tiempos.

Francisco Sánchez, la voz imborrable del doblaje.

La voz del inolvidable actor y director de doblaje, Paco Sánchez permanecerá imborrable en el recuerdo de los que amamos el doblaje de otra época. Voz inigualable a actores que en su día llegaron a ser estrellas del séptimo arte.

Paco Sánchez compagino su vida de actor, entre las cámaras y el atril.
Actuó en diversos films españoles de los años 50 y 60, en películas como; Crimen imposible (1954), de César Fernández Ardavín; El canto del gallo (1955); La gran Mentira (1956), ambas de Rafael Gil; y Siete minutos para morir (1971) del director Ramón Fernández.

En ellas podemos ver el físico y la actuación de este inolvidable actor de doblaje esencialmente. Pero en el doblaje, en este medio, es donde desarrollo su exitosa carrera doblando a numerosos grandes actores como; Marlon Brando en la película El Padrino (1972) de Coppola, interpretando excelentemente la voz de Don Vito Corleone, uno de los mejores trabajos de doblaje realizados. A Charles Laugthon en Testigo de Cargo, a Vittorio de Sica en numerosas comedias italianas, a Orson Welles en El largo y cálido verano. A Clark Gable en el redoblaje de Mogambo. A Charles Boyer en Si no Amaneciera y Arco de triunfo, y a Cary Grant en las comedias dedicadas a este actor, en ciclos emitidos por Televisión española.

Pero es en televisión donde siempre recordare la voz de Francisco Sánchez en series de los 70 y 80. En series de animación como; Heidi (1974) doblando a Sebastián, el mayordomo. En Marco (1976) al titiritero Peppino, y en Érase una vez…El hombre (1978) y Érase una vez…El espacio (1981) poniendo voz al ingenioso Maestro.Así como en otras clasicas; Sandokán, Espacio 1999, McCloud, Shogun y Disnatía.Todos estos trabajos y muchísimos más los realizo en estudios de doblaje, donde él fue el fundador y director, estudios como Oro Films-Exa de 1954 a 1960, y Sago Films-Exa de 1960 hasta 1988, estudio que Creo junto a su hermano Rafael y fundaron la marca de doblaje Sago, la palabra Sago proviene de las primeras sílabas de sus apellidos: Sánchez González (Sago).
Persona muy culta, Francisco Sánchez siempre Tenía a mano su grabadora y su diccionario para traducir y adaptar los textos con los que trabajaba. Le gustaba fumar en pipa y hacer crucigramas. Falleció en 1988 dejando más oscuras las salas de doblaje, donde siempre brillo este actor, maestro de maestros en el mundo del doblaje. Sirva estás breves líneas como homenaje a un gran actor, y su entrañable e imborrable voz.

OLIVIA DE HAVILLAND, La gran superviviente.

Actriz de cine de los años cuarenta y cincuenta, ganadora de dos estatuillas de los premios Oscars, e inolvidable intérprete de los clásicos Lo que el viento se llevó (Gone With the Wind, 1939) de Victor Fleming y La Heredera (The Heiress,1949) ,del director William Wyler. Lucho contra la tiranía de los estudios de Hollywood para obtener mejores papeles con los que demostrar sus grandes dotes interpretativas, tras ganar la batalla a los estudios obtuvo grandes éxitos en películas como; Si no amaneciera (Hold back the dawn) de 1941 dirigida por Mitchell Leisen. Como ella Sola (In This Our Life) de 1942 del director John Huston, y donde compartía cartel junto a Bette Davis. A través de espejo (The dark mirror) de 1946 bajo las órdenes del director de cine negro Robert Siodmak. La Vida íntima de Josephine Norris de 1946 dirigida por Mitchell Leisen. Nido de víbora (The Snake pit) de 1948, del director Anatole Litvak. Mi prima Raquel (My Cousin Rachel 1952) de Henry Koster. ( Lady in the cage (Una mujer atrapada) 1964, de Walter Grauman. Y por último Canción de cuna para un cadáver (Hush... Hush, Sweet Charlotte) de 1964, dirigida por Robert Aldrich, y donde de nuevo volvía a reunirse con otra actriz soberbia, Bette Davis.

Retirada del cine desde finales de la década de los ochenta. Divorciada del novelista Marcus Goodrich-con el que tuvo un hijo, Benjamín, que moriría en 1991-, y del editor francés Pierre Galante-con quién tuvo a su hija, Gisele. Desde los años 1950 reside en París, y a sus 93 años está escribiendo sus memorias, las memorias de la gran superviviente del Hollywood de la época dorada del cine.